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El Tanque

Tanque del ferrocarril y toma del agua

La memoria de los pueblos está en sus calles, en sus casas, en su olor, en su gente… El ferrocarril que se inauguró el 23 de diciembre de 1910 con la habilitación de la estación y la llegada de la primera locomotora fue construido por una empresa inglesa y se llamó Ferrocarril Central Argentino. Para la llegada del tren se erigió toda la infraestructura ferroviaria: la estación, los depósitos de cargas, la señalización, galpones, bretes y el tanque y la toma de agua.

El ferrocarril comenzó a perforar las entrañas de la tierra. Al lado de cada estación,  un tanque se elevaba, vigilante y húmedo. Junto al tanque, se hizo un surgente que hoy  se usa para abastecer al camión regador.  Este surgente con presión natural elevaba el agua al tanque rojo.  Cerca de las vías hay una salida de agua que cuando se abrían unas llaves permitía el flujo de agua desde el tanque hacia los vagones. Todo funcionaba con presión natural, no hacía falta bombeo de ningún tipo. En la zona era el único tanque con estas características sobre el Ferrocarril Central Argentino, que luego se denominó ramal Mitre. De esta manera, el ferrocarril se abastecía, del tanque que está en el costado Este de la estación, de agua para las máquinas. La toma de agua y el sistema de bombeo fueron utilizadas por el ferrocarril hasta la desaparición de la máquina a vapor,  luego el agua se utilizaba para los baños públicos, la limpieza de la estación y el aprovisionamiento del pueblo.

Tan importante era para el ferrocarril el agua, que dentro de sus estructuras tenía personal dedicado al servicio de agua, había un comité de agua por línea, y desde esa sección se coordinaba todo lo que tenía que ver con su extracción: el relevamiento de todas las napas, ríos subterráneos, salinidades del país, estaban ahí, en sus precisos estudios. Y como agregado, un pluviómetro en casa estación. El ferrocarril tomaba las humedades y registros de lluvia de todo el territorio enrielado.

La importancia del agua para el ferrocarril fue muy seria...  proyectos, ampliaciones, conservación, con el objetivo de surtir agua. Podemos decir que el ferrocarril regó al país.

El tanque es un lugar emblemático de nuestro pueblo… En ese lugar abrevaban las locomotoras, coches de pasajeros, trenes de carga con cereal, vagones jaula con ganado, entre otros... y también la población donde la provisión del tanque aliviaba los tórridos veranos y las épocas de sequía.

Para construir el tanque, las estructuras fueron traídas desde Inglaterra y construidas por una compañía que trabajó en la Argentina en la realización de estructuras de hierro que eran necesarias para el crecimiento ferroviario. La construcción es de hierro fundido, compuesto de columnas de metal, con base de mampostería y  una escalera de metal permite acceder desde el suelo a los dos tanques iguales conectados entre sí por una tubería. 

El intendente Juan Pablo Vassia decidió conservarlas y ponerlas en valor impulsando una ordenanza que proteja gran parte de la infraestructura del ferrocarril en nuestro pueblo. En la restauración, pintura  e iluminación trabajaron los arquitectos Carlos Alanis y Gabriel Faró, los pintores Enzo Rossi y Teresa Banchio  el electricista Daniel Griffa y los empleados de la Cooperativa Eléctrica de Idiazábal que prestaron servicio con la grúa.

La antigüedad de la estructura convierte a este lugar en patrimonio del pueblo, y el sitio restaurado es utilizado por la población como lugar de esparcimiento, para eventos culturales y recreativos.

Conservar el patrimonio edificado y natural, hace a la esencia de los pueblos, a la memoria de los mismos…… y a la memoria de los que caminamos el pueblo día a día. Referencia e hito urbano de una historia que ya fue; pero que fue nuestra.


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