Para poder entender la historia de una Institución a través del tiempo, no hay que
descontextualizarla de su tiempo y espacio.
Cuando se funda Idiazábal, esto era una gran llanura cubierta de monte de espinal, rodeada de
lagunas, por eso adentrarse en estos lugares era toda una aventura… para comenzar la tarea
agrícola al suelo había que sacarle las malezas y el monte; para construir las viviendas había que
traer todos los elementos de otros lugares para convertir este espacio natural en un espacio social.
Los primeros pobladores no tuvieron como primera necesidad la educación porque estaban muy
preocupados por sobrevivir, por eso es recién después de nueve años de fundado el pueblo que se
crea la primera escuela oficial: Escuela Láinez N°155, y 17 años después se crea la Escuela
Provincial que nació con el nombre de Escuela Fiscal Mixta de Tercera Categoría, dependiente
del Consejo General de Educación y su primer director fue el señor Escudero.
La Escuela Provincial fue fundada el 27 de Agosto de 1927, pero el edificio fue levantado unos
años antes, más precisamente, durante la gobernación de Ramón J. Cárcano, en el terreno ubicado
en la actual calle 9 de Julio, es decir, en una de los terrenos de 40 por 100 metros para edificios
públicos donados por don Demetrio Jaureguialzo.
La matrícula no aumentaba, las familias no mandaban sus hijos a educarse porque era más
necesarios que fueran a trabajar en tareas rurales o domésticas, contribuyendo así con el sustento
diario de la familia, por eso había analfabetismo en la localidad.
El 1° de Abril de 1929, se hizo cargo de la Escuela el señor Juan Sappia, quien describía la realidad
escolar:
“Noté una asistencia de niños escasísima. No se hacía limpieza general alguna… Procuré
aumentar la asistencia. Para ello debí quebrantar el artículo del Reglamento. De proceder en otra
forma, los padres, una por no molestarse y lo otro por no pagar, no mandan a sus hijos a la escuela,
o en su defecto lo hacen inscribir en la Láinez de la localidad, ya que en ella se lo reciben en
cualquier momento, sin mayores requisitos…”
La falta de equipamiento necesario para el dictado de mínimas nociones; la apatía de la población;
las escasas partidas de dinero que asignaba el gobierno y los aportes de los pocos que pagaban
que no alcanzaban; el estado de los caminos y el tiempo son otros de los motivos que contribuían
a la baja matrícula y requerían de un gran esfuerzo de los docentes para alfabetizar a los niños
del pueblo.
El comprometido accionar de los maestros y la política de estado hicieron hincapié en la necesidad
de alfabetizar y de a poco comenzó a incrementarse la matrícula de la escuela. En la década del
30 la escuela contó con una notoria matrícula.
El 29 de septiembre de 1937, por decreto número 38866, derivado del Exp. D. 321/37, se le da el
nombre de José María Paz.
La escuela José María Paz siguió desarrollando una ardua labor y su campo de acción no se limitó
a la zona urbana. Su labor también abarcaba la zona rural. Particulares guiados por éstos,
preparaban a los niños del campo, quienes rendían exámenes libres en esta escuela.
Muchas son las generaciones que le tributan reconocimiento y parte de él fue el que se desarrolló
programa de actos.
El 24 de octubre de 1979 por decreto 3810/79 se fusionan ambas escuelas disponiéndose que la
escuela que resulta de la fusión de la Escuela Nacional Paula A. de Sarmiento y la provincial José
María Paz, lleve el nombre de la primera y funcione en el edificio de la segunda.
Hoy, casi centenaria, la escuela primaria ha tenido una gran transformación, ejemplo de lo que
puede un pueblo cuando avanza unido. Así, continua sembrando futuro para los niños de
Idiazábal y su cosecha es abundante.